Esta semana estamos conociendo diversas reglas de Warhammer Quest: Cursed City. La de hoy es la que hace que cuando cae la noche en la Ciudad Maldita todo sea más complicado para los aventureros.
Los héroes van a la ciudad en una nave Kharadron llamado la Adamant, que es su base de operaciones. Cada vez que completan alguno de los cuatro tipos de misiones que explicamos ayer, vuelven al barco volador para retirarse de la furia vengativa de los siervos de Radukar.
En cada partida se mide el tiempo con un marcador que va avanzando hacia el anochecer, y cuando llega ese momento los enemigos le dan la vuelta a sus fichas para acceder a una versión mejorada de sus reglas.
El humilde enjambre de murciélagos mejora bastante, así que es de suponer que los enemigos que son vampiros peguen un subidón considerable. Y por si fuera poco, hay una serie de crisis que ocurren tras el anochecer. Como ejemplo, esta inundación ósea:
Así que cada incursión en Ulfenkarn será una carrera contrarreloj para evitar todo lo posible la peligrosa noche…
